AUTOESTIMA EN RIESGO: CUANDO LA DESIGUALDAD APAGA LOS SUEÑOS DEL ESTUDIANTADO

 

AUTOESTIMA EN RIESGO: CUANDO LA DESIGUALDAD APAGA LOS SUEÑOS DEL ESTUDIANTADO

por:
Dayron Yovanny Sornoza Sánchez

La verdadera justicia educativa empieza cuando cada estudiante se siente digno de aprender y de ser escuchado.

La educación debería ser un camino de crecimiento y libertad, pero para muchos estudiantes en América Latina se ha convertido en una fuente de dolor, ansiedad y frustración. Las desigualdades por clase social, género o etnia no solo afectan el acceso o la calidad educativa, sino que también dañan profundamente la autoestima del alumnado. Esta realidad contradice el ODS 4 de la Agenda 2030, que promueve una educación inclusiva y equitativa, pero que no puede cumplirse si no se toman en cuenta las emociones del estudiante.

Según la UNESCO (2023), los alumnos de sectores rurales, indígenas o empobrecidos muestran una alta prevalencia de baja autoestima académica, especialmente cuando no se sienten valorados o representados en el entorno escolar. Como lo afirmaba Paulo Freire (1997), “la educación debe ser un acto de libertad, no de opresión”. Sin embargo, cuando un estudiante es etiquetado como “incapaz” o “inferior”, empieza a creer que no merece aprender, y así pierde la confianza en sí mismo.

La psicóloga educativa Rosa María Torres (2018) sostiene que “la autoestima es el motor del aprendizaje: sin ella, el conocimiento no puede florecer”. Esta frase resume la importancia de construir aulas donde se reconozca el valor individual y cultural de cada estudiante. En lugar de reforzar estereotipos o castigar la diferencia, la escuela debería abrazar la diversidad como un recurso pedagógico.

Ante esta problemática, es urgente implementar políticas de educación emocional, capacitar a los docentes en enfoques inclusivos y generar una cultura escolar basada en el respeto y la empatía. Porque nadie puede aprender cuando se siente invisible, y ningún país podrá avanzar si sus estudiantes crecen con miedo o vergüenza de ser quienes son.

 

Comentarios

  1. Un texto conmovedor y bien argumentado que visibiliza cómo la desigualdad social afecta no solo el rendimiento académico, sino la dignidad emocional del estudiantado. Su enfoque humano, el respaldo con citas de UNESCO, Freire y Torres, y el fuerte vínculo con el ODS 4, lo convierten en un aporte valioso a la reflexión educativa. Lcda. Karina Fuentes

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Formación docente y calidad en América Latina

“Aprender desde la desigualdad: cuando el aula excluye más de lo que educa”