Enseñando en medio de la desigualdad"
"Si es cierto que hay tantas mentes como cabezas, entonces hay tantas clases de amor como corazones"
- Leon Tolstoi
En varias sociedades latinoamericanas, las escuelas quedan lejos de ser un lugar que brinden oportunidades, que refleja y perpetua las desigualdades que existen ya sea de etnia, clase y género.
Aunque existan organizaciones como la ONU que tratan de radicar la desigualdades, muchos niños, niñas y jóvenes aún siguen con la lucha de barreras que los limitan a tener una calidad de educación, contradiciendo a lo que nos indica la (ODS) 4 de la Agenda 2030, que dice que busca "garantizar una educación inclusiva y de calidad", donde promueve varias oportunidades de vida y aprendizaje para todas las personas.
Sabemos que las desigualdades sociales se manifiestan de manera clara en los sociedades educativas. Unos estudios revelaron que los estudiantes con recursos económicos escasos son los de mayo probabilidad de terminar la secundaria, al contrario de los de mejor estabilidad económica que pues ellos si pueden terminar sus estudios. La escuela es la que produce las culturas de las clases predominantes y que va favoreciendo a los millonarios y dificultando a los pobres.
Estas percepciones son las que afectan profundamente la autoestima del alumno haciéndoles ver que no pertenecen al mundo. Esta lucha sigue en muchos países como México y Bolivia que van reclamando una educación intercultural que incluya los derechos. Unos de los más influyentes fue Paulo Freire son su educación popular y participación activa. Pero aun así existen varios desafíos como el acceso desigual a tecnologías que se pudo ver y notar durante la pandemia Covid-19, que esta nos enseñó una nueva forma de como se excluye la educación por que se noto que ciertos estudiantes pudieron recibir y estar conectados mientras que otros principalmente los de bajos recursos solamente pasaron desconectados. Debido a esto más de 100 millones de niños están en riesgo de perder su conocimiento debido a este problema que enfrenta la educación.
Es por eso que la educación debe dejar de seguir siendo un reflejo donde no existe la igualdad social, y es necesario que se convierta en una herramienta poderosa, donde significa que debemos convertir esta desigualdad de educación y reformar currículos, además de capacitar a docentes con enfoques más inclusivos, garantizando recursos que sean equitativos y promuevan políticas donde reconozcan y valoren la diversidad cultural tanto de género como socioeconómico. Entonces como sociedad debemos tener más compromiso a exigir y construir un sistema educativo que abrace a todos sin importar el género y origen solo así podemos avanzar hacia una verdadera justicia educativa y coherente de acuerdo a la valiosa promesa de nuestra ODS 4.
By: Suleydi Caisaguano
El artículo aborda con sinceridad el impacto de la desigualdad en la educación. Lcda Karina Fuentes
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